Instalando filtros en el sistema de aire comprimido se pueden minimizar los contaminantes hasta un nivel aceptable para el aire de trabajo, o eliminarlos completamente, si es necesario. Usamos principalmente tres métodos para filtrar el aire y el gas comprimido.
Un filtro de superficie actúa como un tamiz. Las partículas de mayor tamaño que los orificios del cartucho se adhieren a la superficie, mientras que las partículas más pequeñas la atraviesan. Ajustando los orificios del material filtrante, se puede determinar la capacidad del filtro para separar partículas hasta un determinado tamaño.
Cuando los orificios del filtro se obstruyen, se produce una caída de presión y se debe limpiar o cambiar el cartucho. El material de un filtro de superficie puede ser fibras de celulosa, polietileno o metal sinterizado.
Al filtrar a través de un lecho de carbón activo, se absorben tanto los vapores de aceite como determinados gases. El aire comprimido es, pues, inodoro e insípido.
Normalmente, el carbón activo de un cartucho absorbe aceite hasta aproximadamente el 15% del peso del carbón antes de su saturación. Cuando el carbón está saturado, se sustituye el elemento filtrante.
Este tipo de filtro debe estar siempre precedido de un filtro de profundidad donde se separe cualquier gotita de aceite. Antes de su filtración a través de carbón activo, el aire comprimido también se debe secar con un equipo de secado.
La filtración en profundidad separa el aceite y las partículas del aire comprimido a través de un filtro de fibras de vidrio. Las gotitas de aceite quedan atrapadas en las fibras y se vacían a través de una válvula de drenaje en la parte inferior de la carcasa del filtro.
Las partículas sólidas quedan retenidas entre las fibras.
Cuando el material filtrante está saturado de contaminantes, se produce una caída de presión en el filtro y se debe cambiar el cartucho. El filtro separa el aceite más eficazmente cuando el aire tiene una baja temperatura (+20°C o menos) y cuando su velocidad a través del filtro es correcta.
Es cierto, normalmente los filtros de aire más pequeños tienen una capacidad máxima de 1.000 l/min. Pero no importa que el flujo sea de 300, 500 ó 700 litros por minuto, lo único que cuenta es la capacidad máxima de 1.000 l/min. En definitiva, los filtros son igual de importantes en los compresores de pistón que en los compresores de tornillo. Todavía tenemos que eliminar las partículas de suciedad del aire comprimido que podrían dañar las herramientas, equipos o prudcto final con la presencia de aceite en el aire comprimido.
Conocer los métodos de filtración es la base para entender los difirentes filtros que pueden instalarse en una red de aire comprimido pero aún puedes preguntarte ¿qué filtros de línea necesito? ¿Y cómo funcionan todos? Descúbrelo aquí:
Se utiliza un filtro de aire comprimido o un filtro de la línea de aire para filtrar las impurezas del aire atmosférico, como el polvo, el aceite y la humedad, a fin de que el aire comprimido sea viable para su uso.
Al igual que los secadores de aire, son una parte crucial del proceso de tratamiento del aire para asegurarse de que el aire comprimido está limpio y es seguro de usar, y para aumentar la vida útil de tu equipo.
La elección del filtro de aire comprimido adecuado es un paso importante a la hora de optimizar el sistema de tratamiento y la red de aire comprimido.
El principio de funcionamiento de los filtros de aire comprimido cambia en función del tipo de filtro de aire que utilices.
Los filtros de línea de aire más comunes y sus principios básicos de funcionamiento son: